MÁS DE 750 AÑOS DE HISTORIA
La primitiva iglesia de Santa María fue consagrada sobre la mezquita de la época musulmana por el obispo de Barcelona Arnau de Gurb tras la conquista de la ciudad por Jaime I de Aragón en 1265 y se mantuvo en pie hasta el año 1334. Fue sustituida por una iglesia de estilo gótico de la que únicamente sabemos que tenía, al menos, tres arcadas. Hacia 1492 fue demolida y se construyó otra de estilo renacentista. En este tercer templo ya tenemos la certeza de que se representaba el Misterio de Elche y que tenía diversas capillas laterales pertenecientes a las familias nobles de la ciudad. En 1672, a causa de unos prolongados aguaceros que cayeron sobre Elche, se declaró en ruina y se proyectó la iglesia barroca actual. Los planos fueron realizados por el arquitecto de origen genovés Francisco Verde y las obras, que se prolongaron durante más de cien años, estuvieron dirigidas por diversos arquitectos, como Pedro Quintana (1674-1678), Juan Fauquet (1685-1720), Fray Francisco Raimundo (1720-1727), Marcos Evangelio (1753-1767), Lorenzo Chápuli y José González de Coniedo (1783-1784).
Destaca la participación del escultor Nicolás de Bussy, natural de Estrasburgo, que trabajó también en Valencia, Orihuela y Murcia. Es el autor de la portada-retablo que adorna la puerta Mayor de la iglesia (1682), dedicada a la Asunción y Coronación de la Virgen, considerada como una de las muestras más relevantes del barroco levantino. Del mismo autor es la puerta de San Agatángelo, en la base del campanario (1680), dedicada al copatrón de la ciudad, martirizado en la persecución de Diocleciano (s. IV).
La cúpula, situada a 25 metros de altura, se sustenta sobre pechinas decoradas por el escultor José Artigues (1727) con las figuras de los cuatro evangelistas. Esta cúpula se transforma cada verano en el cielo del Misterio de Elche. En el presbiterio del templo destaca el altar mayor sobre el que se levanta el tabernáculo o expositor, construido en Génova en 1742, según el diseño de Jaime Bort, conjunto de gran belleza, aunque en 1936 perdió gran parte de su decoración. La Capilla de la Comunión fue la última parte de la iglesia en ser construida. Se concluyó en 1784, es de estilo neoclásico, tiene forma de cruz griega y cuenta con una elegante cúpula. Aunque la mayor parte de su decoración fue reconstruida en la posguerra, son originales las tallas de los cuatro evangelistas.
También son originales de la época de la construcción del templo los muebles e imágenes de la sacristía, entre las que destacan un Cristo crucificado del s. XVI y las pequeñas imágenes de San Juan Nepomuceno y San Francisco de Paula, éstas últimas de José Esteve Bonet (1781). En una estancia interior, antigua capilla de San Pedro, destacada por su singular bóveda plana adornada por un gran monograma de María, se conserva la urna o sagrario para el Monumento del Jueves Santo, pieza rococó tallada por el escultor ilicitano Ignacio Castell en 1760. En 2015 el Papa Francisco concedió a Santa María un Año Jubilar Mariano con ocasión de los 750 de un templo con esta advocación en la ciudad.