Exposición permamente

Las primeras vitrinas del Museo se dedican a la vida de María, madre de Jesús. Podemos contemplar una talla de San Joaquín y la Virgen niña del siglo XVIII, una Virgen del Rosario del XVII, una Sagrada Familia atribuida a Roque López, discípulo de Salzillo, un crucifijo de marfil del siglo XVII y una cruz de Jerusalén del XVIII. También los óleos del antiguo estandarte parroquial: la custodia del Corpus Christi y la Asunción de la Virgen. La tradición de la Venida de la Virgen a Elche se refleja en dos óleos de finales del siglo XIX, que copian los existentes en el camarín de la Patrona hasta 1936. Un relicario del velo de María y los apóstoles, una Dormición del s. XVIII y el estandarte de la Virgen bordado en plata (s. XVIII) nos recuerdan el argumento del Misterio de Elche. La primera estancia de la imagen ilicitana en la ermita de San Sebastián está representada por medio de un relicario del mártir San Sebastián y el documento más antiguo que hace referencia al Misterio, el testamento de Isabel Caro, escrito sobre pergamino en 1523, procedente del rico Archivo Histórico Parroquial de la Basílica.

Historia-Virgen

Una vitrina central está dedicada a los mantos de la Virgen de Elche. A lo largo del año podremos ver el manto azul para la fiesta de la Inmaculada Concepción y el morado para las rogativas, que fueron traídos desde Roma por el obispo Despuig y Dameto en 1795. También el antiguo manto brocado del siglo XIX, el llamado «de las Conchas», diseñado por el historiador local Pedro Ibarra en 1917 para la fiesta de la Venida, o el bordado por las religiosas clarisas de Elche en 1931. En el espacio dedicado al obispo Tormo, se ofrecen algunas de las piezas del terno de espolín bordado utilizado en la ceremonia de la consagración de Santa María en 1784. Así como el copón de plata dorada, del orfebre Fernando Martínez, con que repartió la comunión en esa misma celebración.

La cama usada en la octava de la Asunción, de la que, por su gran tamaño, se muestran únicamente sus elementos más impresionantes, es un lecho portugués del siglo XVII, de madera de ébano y adornos de bronce y plata, que fue donada a la Virgen ilicitana por el duque de Aveyro, hermano del señor de Elche. Sobre la misma se muestra una talla de María en su Tránsito del siglo XVIII, con manto, media luna y diadema de la Patrona de Elche. Entre las piezas relacionadas con la celebración del Misterio, podemos contemplar el cantoral miniado del siglo XVIII con el antiguo oficio de la Asunción, una guitarra de 1772, obra del maestro sevillano Joseph de Frías, donada a la imagen de la Virgen para ser utilizada en el coro del Araceli, y la cabecera de la camilla procesional, de terciopelo bordado en oro y plata y con pedrería, del siglo XVI.

En la sala interior veremos el manto «brochado» del siglo XVIII, de tisú de oro bordado en plata, la mascarilla con la que se simula la Dormición de la Virgen, la corona donada por el mismo obispo Tormo para las grandes solemnidades, también de Fernando Martínez, y una arqueta de plata de 1940. Finalmente, una arqueta eucarística con ostensorio, de plata dorada, original del siglo XVI, aunque reformada parcialmente en el XX.